martes, 20 de abril de 2010

Maletín, valija & caja

Por estos días se cumplen DIEZ años (sí, 10 años) del escándalo por las coimas en el Senado. Aquellas que facilitaron la aprobación de la ley de "flexibilidad" laboral y que encarnaron el principio del fin para el gobierno de Fernando de la Rúa.

Breve síntesis:

- febrero de 2000: comienza a hablarse de la "Banelco" para destrabar votos de senadores.

- 30/marzo: se reúne De la Rúa con un par de ministros y senadores clave en la Casa Rosada.

- 11 y 13/abril: se cobran dos cheques en el Banco de la Nación Argentina.

- 18/abril: se retira el $$$$ de la sede de la Secretaría de Inteligencia del Estado (SIDE) para efectivizar el pago.

¿Por qué recuerdo este caso en este blog? Por lo que relató el otrora secretario parlamentario, Mario Pontaquarto, cuando confesó ante la Justicia cómo concretó el reparto de los sobornos:


"[...] Me retiré junto al maletín, la valija y la caja y me dirigí al departamento de Cantarero. El me había manifestado que lo tenia que llamar cinco minutos antes para abrir el portón del edifico. Así ocurrió: llamé para decirle que estaba llegando. Cuando llegué había un señor que estaba en la puerta porque sabía en qué auto iba a venir e ingrese el auto al garaje. Este señor que estaba ahí se retiró y me estaba esperando Cantarero. Me recibió en la playa de estacionamiento del edifico; estaba de sport, bajamos la maleta, la valija y la caja del auto y recuerdo no haber ido por ascensor. Fuimos por la escalera de servicio, ingresé al departamento, él se encontraba solo, me puso frente a una mesa ratona, pero un poco más alta, con base de vidrio. Me hizo sacar el dinero del maletín, la valija y la caja y ponerlo sobre esa mesa. El dinero estaba envuelto como si fuera cerrado al vacío. Que si bien estaban en fajos de diez mil cada una de esas planchas, contenían cien mil pesos. Yo sabia que tenia que hacer entrega de cuatro millones trescientos mil pesos. No se abrieron esos fajos cerrados al vacío; se contaban por fajo de diez mil. El cuenta eso con el control mío adelante, me dice que está correcto; yo estaba muy nervioso, recuerdo, me quería ir lo más pronto posible y cuando yo estaba por salir, el me alcanza un papel que me dice “Ponta”, como me llamaba él; ´esto es para tu control´. Yo sinceramente nunca había participado, en mis veinte años adentro del Senado, de una situación de estas características".

Eso sí, 10 años después, y pese a las pruebas (y hasta la irrupción del "arrepentido" Pontaquarto), no hay una sola condena. Sólo un juicio oral aún en el horizonte.

pd: la declaración completa de Pontaquarto, acá.

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