jueves, 17 de enero de 2013

Savater - el periodista como espía

Llevo más de cincuenta años escribiendo en la prensa, desde que empecé con 16 años a dirigir la revista de la escuela. Mi colegio se llamaba El Pilar, en Madrid, y la revista se llamaba "Soy Pilarista". Yo la dirigía y tenía los mismos problemas que cualquier director de publicaciones. Por ejemplo, quienes debían entregar las crónicas o los comentarios nunca lo hacían; entonces, cuando se acercaba la fecha de cierre de la revista, yo comenzaba a escribir con seudónimos absurdos todo tipo de crónicas y comentarios para rellenar el número. Llegué a hacer crónicas de deportes cuyos principios ignoro por completo, como el hockey sobre patines, que siempre ha sido un enigma para mí. Prácticamente toda la revista era una especie de trabajo artesanal mío y mis compañeros lo llamaban, en vez de "Soy Pilarista", "Soy Savater".

Así comienza la transcripción del discurso que el filósofo y escritor español Fernando Savater ofreció durante la celebración del 50° aniversario de la Asociación de Entidades Periodísticas Argentinas (ADEPA).


El periodismo es el arte de transmitir la verdad. Pero a partir de Pilatos todos nos preguntamos qué es la verdad. Aristóteles, en los comienzos de la ética, establecía que no es lo mismo la verdad en matemática que en historia. La verdad es, fundamentalmente, los conocimientos y la objetividad relevante en un campo determinado. Relevante en el sentido de que es lo que un ciudadano tiene derecho a exigir y puede merecer, no lo que despierta curiosidad. Todos podemos sentir curiosidad por la correspondencia de la vecina, pero eso no nos corresponde, no es la verdad en el campo de la noticia. En este sentido, la verdad es lo que el ciudadano necesita para ejercer su función de ciudadano.

El periodista es un espía al servicio del ciudadano, y todos los ciudadanos son políticos. En las dictaduras la política está secuestrada por unos cuantos que la administran por encima de todos los demás, pero en las democracias, en cambio, todo el mundo es político. Para que todo ciudadano pueda ser político, en el sentido pleno del término, necesita información. El periodista es el bastón, el instrumento, en el que el ciudadano se apoya para poder ejercer su deber, su función y su derecho como político. Por eso el periodista debe ser leal a los hechos y a la crítica honrada. Eso es lo que hay que pedirle al periodista, que sea un crítico informado y objetivo.

pd: el resto del texto, acá.

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