martes, 5 de marzo de 2013

Boudou & Ciccone - primer contacto

El desembarco del poder en la empresa comenzó semanas antes de aquel cónclave en el I Fresh Market. Se inició de manera casi casual, por la amistad del yerno de Nicolás Ciccone, Guillermo Reinwick, con el entonces directivo del canal Telefé, Gabriel Bianco, marplatense y amigo, según se ufanaba ante quien quisera escucharlo, de Amado Boudou y José María Núñez Carmona Núñez Carmona.

Vecinos en el Pacheco Golf Club, en el partido de Tigre, Reinwick ofreció contactar a Bianco cuando vio a su suegro desesperado porque la Justicia había decretado la quiebra de su empresa, el 15 de julio de 2010. A través del ejecutivo de Telefé, le dijo a Nicolás Ciccone, quizá podrían llegar hasta el Ministro de Economía.


Así fue. El 29 de julio de 2010, dos semanas después de la quiebra, Boudou y Nicolás Ciccone se vieron por primera vez. Fue en un estudio de Telefé, con Núñez Carmona, Reinwick y Bianco de testigos. Fue poco más que un apretón de manos y el ministro le indicó que conversara con su socio. A Ciccone, su sola presencia le resultó suficiente para seguir adelante.

El problema fue que Núñez Carmona quiso acelerar a fondo, allí mismo, en Telefé. “Firme acá”, le indicó a Ciccone, dentro del canal, mientras le pasaba un papel donde se asentaba el traspaso de las acciones. Pero veterano en lidiar con tiburones de la talla de Alfredo Yabrán o Franco Macri, Nicolás Ciccone esquivó la orden. Adujo que también debía firmar su hermano y socio fundador, Héctor.

Ese primer contacto en Telefé abrió la segunda fase del proceso: negociar cuántas acciones retendría la familia y cuántas entregaría a cambio de sacar a la empresa de la quiebra y a la planta del control de Boldt. Incluyó, además, la aparición de Vandenbroele como intermediario junto a Núñez Carmona. 

pd: el resto de la crónica, acá; o en el libro "La máquina de hacer billetes".

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